El triunfo de Cameron no es una buena noticia para el fortalecimiento de la Unión Europea y el modelo social europeo

 

El triunfo del conservador David Cameron por mayoría absoluta en pasado viernes no es en principio una buena noticia para los trabajadores británicos y mucho menos para los inmigrantes. Tampoco aquellos más favorables a un acercamiento a la Unión Europea deben sentirse tranquilos.

El resultado electoral ha puesto patas arriba el panorama político del Reino Unido. El abrumador triunfo conservador; la caída de los laboristas que obtuvieron los peores resultados de los últimos treinta años;  el descalabro de los liberales; el triunfo arrollador de los nacionalistas escoceses y, por último, y quizá la única buena noticia de estos comicios; el descenso de los eurófobos del UKIP, deja el paso libre a Cameron para que profundice en sus políticas.

En este sentido, en CCOO nos preocupan las medidas que el líder conservador pueda adoptar en relación a los recortes sociales. Su falta de concreción durante la campaña podría querer ocultar sus planes de implementar medidas fiscales que perjudiquen a los trabajadores. Son igualmente inquietantes sus propuestas sobre los derechos sindicales que tendrían, entre otras consecuencias, la casi imposibilidad de realizar huelgas. De hecho, los sindicatos británicos ya han advertido de que no se lo van a poner fácil al nuevo gobierno y están preparados para combatir cualquier intento que represente un retroceso para los trabajadores.
Por otra parte, el referéndum sobre las relaciones con la UE que Cameron se ha comprometido a realizar, puede representar otro elemento de riesgo para los trabajadores británicos cuyas mejores condiciones laborales el sindicato británico vincula a la permanencia del Reino Unido en la UE.
Otra de las cuestiones que preocupan en CCOO es todo lo relativo a la inmigración, dado las medidas con las que se ha comprometido Cameron y que afectarán tanto a ciudadanos comunitarios como extracomunitarios, entre otros, a los aproximadamente 30.000 españoles que cada año llegan al Reino Unido en busca de trabajo. Algunas de estas medidas son la eliminación de la paga a la que hasta ahora tenían derecho todas las personas que buscaban empleo; la obligación de abandonar el país a quienes no encuentren trabajo en el plazo de seis meses o; la obligación de permanecer en el país al menos cuatro años para tener derecho a prestaciones sociales. Lamentablemente, la inmigración será una de las cuestiones que Cameron utilizara como elemento de presión a la hora de negociar con las instituciones europeas sobre la permanencia del Reino Unido en la UE.

Justo en un momento en el que el futuro de Europa está en cuestión, el triunfo de Cameron no es una buena noticia para quienes optamos por el fortalecimiento de la Unión Europea. La apuesta por el modelo social europeo y el objetivo de una mayor integración como base para la refundación democrática de Europa son incompatibles con políticas basadas en la renacionalización.