¿ESTÁ NISSAN PREPARADA PARA AFRONTAR EL FUTURO?

 

El sector de la automoción está en el punto de mira de los medios de comunicación desde hace unos meses. Nuevas normativas sobre el diésel y replanteamientos de la movilidad del futuro integrada en políticas de protección de nuestro medio ambiente dan lugar a que el grueso de la inversión del sector se concentre en el coche eléctrico a medio y largo plazo. Actualmente, éste representa el 1% del parque mundial, con 3,1 millones de unidades contabilizadas a finales de 2017. Por poner un ejemplo concreto, China acapara el 40% de los vehículos de este tipo en el mundo. Por otro lado todos los fabricantes intentan entrar en el mercado chino a través de acuerdos “Joint venture” con empresas locales.

En este marco, uno de los puntos clave que se deben tener en cuenta es la fabricación de las baterías. Si la batería de un vehículo supone la mitad del coste del mismo y en Europa no se fabrican, podría ocurrir que el continente perdiese competitividad frente a otros actores internacionales del sector. China está acaparando con ingentes inversiones públicas las tecnologías de desarrollo, de fabricación y asegurándose el suministro de materias primas.

La Alianza contempla que la movilidad para 2025 se basa en la conducción autónoma y la conectividad entre automóviles, para ello será requerida una inversión ya prevista de 4.000 millones de euros.

El Plan Alianza 2022, suscrito por Renault, Nissan y Mitsubishi, prevé, a través de sinergias respecto a las tecnologías alternativas, que se lancen 12 nuevos vehículos con cero emisiones.

Ante este panorama, Nissan tiene ante sí el reto de modernizar la estructura productiva, adaptándose al cambio tecnológico que acontece en el ámbito de la digitalización. Pero… ¿estamos preparadas/os para ello? ¿Nissan está construyendo los cimientos necesarios para apuntalar el futuro de nuestra planta?

Desde CCOO de Nissan, la referencia que tenemos parte del convencimiento de la necesidad de no perder el tren de la digitalización y transformación de la Industria, pero se nos generan bastantes dudas sobre las características y capacidades de la estructura productiva sobre la que nos asentamos en nuestra empresa. Es necesario, por tanto, trabajar para anticipar las medidas necesarias, que eviten que un número importante de trabajadoras y trabajadores queden marginados de este proceso, impulsando medidas que corrijan de manera acelerada los déficits y atrasos actuales.

No podemos obviar que la tecnología destruye profesiones, pero no la posibilidad de trabajar. La automatización de las profesiones que conocemos hoy en día ofrece la posibilidad de reorientar la naturaleza del trabajo, liberando a los/as trabajadores/as para que puedan dedicarse a nuevas actividades en las que desarrollen todo su potencial. La mayoría dedica gran parte de su tiempo a tareas en las que se desaprovechan sus cualificaciones, lo que nos lleva a pensar que existe un gran potencial para crear nuevas orientaciones profesionales dentro de la empresa.

Desde CCOO de Nissan no podemos ignorar los cambios que se están produciendo en el ámbito industrial y que de manera directa afectan a las plantillas de nuestros centros de trabajo.

Desde el punto de vista técnico, las plantas de Nissan se han dotado de trabajadores/as de un alto nivel de cualificación, dedicados/as a trabajos cada vez más digitalizados en consonancia con el sector al que pertenecemos.

No somos ajenos/as a estos cambios; somos realistas y nuestra principal función es garantizar un empleo de alto nivel, que evite la descapitalización de la empresa y la dote de un mayor nivel añadido que redunde en unos mayores niveles de productividad y, por ende, en mayores garantías de competir en el mercado. En este tránsito, y como organización sindical que somos, CCOO tiene la obligación y el reto de aunar esfuerzos en garantizar mayor nivel de cohesión entre los trabajadores/as y en colectivizar nuestros derechos como mejor herramienta para mejorar nuestras condiciones de trabajo.

Modernización y derechos son perfectamente compatibles y de ahí nace nuestro principal objetivo: garantizar el empleo de calidad y seguir apostando por un marco de relaciones laborales que tenga del instrumento colectivo su mejor arma.

Tenemos una plantilla técnica con unos niveles académicos altos, con un binomio entre formación y experiencia que debería ser nuestra principal tarjeta de presentación como líderes en competitividad. No obstante, el actual marco de relaciones laborales, que tiene su origen y desarrollo en el Convenio Colectivo, se manifiesta claramente obsoleto.

Es necesario preguntarse cuál es el coste real que tiene la empresa en formar a estos/as trabajadores/as que, ante la perspectiva laboral que se les ofrece en Nissan, deciden marchar a otras compañías con gratificaciones más acordes a su cualificación. ¿Ha evaluado la Dirección de Nissan estos ratios? ¿Les importa poco la marcha de estos/as trabajadores/as, a los que ha dedicado esta formación? ¿Por qué no invierte más en hacer atractiva sus condiciones para una permanencia estable y con perspectivas profesionales a medio y largo plazo?

Desde CCOO de Nissan, estamos convencidos/as de que estos retos forman parte de nuestro presente y son asumibles. Nos sentimos orgullosos de contar con un capital humano de valor incalculable, que permite dotar a esta empresa de recursos ilimitados en conocimiento, pero no podemos perder el tren de profundizar en los cambios estructurales que se avecinan y, como organización sindical, debemos estar atentos a ellos con la finalidad de proteger y mejorar las condiciones de vida de los trabajadores/as que representamos, estando convencidos de que la defensa de los derechos, deben ser discutidos, negociados y consensuados de manera colectiva.

Sección Sindical de CC.OO. Nissan                       Barcelona a 18 de octubre de 2018