LA REFORMA FISCAL SUPONE UN NUEVO GOLPE PARA LOS TRABAJADORES QUE SEAN DESPEDIDOS

CCOO denunciamos que la propuesta de reforma fiscal del Gobierno no está orientada a conseguir un sistema fiscal más justo y eficiente, además, la obligación de tributar por las indemnizaciones por despido supone un nuevo golpe para los trabajadores que han perdido el empleo. «El Gobierno suma con ésta 8 reformas que tienen por objetivo reducir los derechos asociados a la protección por despido«.
CCOO denunciamos que el gobierno centra el mensaje en una bajada de los impuestos visibles, pero esconde los efectos de incremento sobre otras figuras. Un ejemplo de ello es el caso de las rentas del trabajo; aunque es cierto que hay una rebaja de tributación, ésta es más sensible en las rentas muy bajas (menos de 12.450 euros/año) y altas (más de 53.450 euros/año), pero mucho más moderada en las rentas medias donde se concentra la mayoría de trabajadores.
 
Igualmente, para CCOO, se reduce la tributación que es especialmente visible como la del IRPF que podemos comprobar cada mes en nuestras nóminas, pero se incrementa en otras figuras menos visibles, como la tributación de las indemnizaciones por despido, o el impacto que habrá que determinar de la nueva regulación de mínimos exentos, la deducción por rendimientos del trabajo o el nuevo concepto de renta exenta con progresividad.

 

 
La obligación de tributar por las indemnizaciones por despido supone un nuevo golpe sobre los trabajadores que han perdido el empleo. El gobierno suma con ésta ocho reformas que tienen como objetivo reducir los derechos asociados a la protección por despido y que han tenido la siguiente secuencia:

 

 
1º) Reducción de los requisitos exigidos para considerar despido objetivo (lo que ha facilitado el despido en las empresas).

 

 
2º) Reducción de la indemnización por despido (ampliando el acceso al despido con indemnización de sólo 20 días por año trabajado, máximo 12 mensualidades y llevando la de despido improcedente a 33, máximo 24 mensualidades).

 

 
3º) Reducción de la cuantía de la prestación contributiva por desempleo (pasando del 60% al 50% de la base reguladora de la prestación a partir del 7º mes de percepción).

 

4º) Retrasando la edad de acceso al subsidio de desempleo para trabajadores de edad avanzada (desde los 52 años hasta los actuales 55 años).

 

 
5º) Reduciendo el tiempo que es posible percibir el subsidio de desempleo para mayores de 55 años (antes hasta la edad ordinaria de jubilación a los 65 años, ahora hasta la primera edad posible de jubilación a partir de los 61 años).

 

 
6º) Reduciendo la cotización asociada al subsidio de desempleo de mayores de 55 años (antes cotizando por el 125% de la base mínima de cotización, y ahora haciéndolo sólo por la base mínima).

 

 
7º) Ampliando los ingresos que se tienen en cuenta para determinar el acceso al subsidio de desempleo de mayores de 55 años (antes se computaban sólo los ingresos del trabajador en paro, mientras que ahora se computan los de toda la unidad familiar).

 

 
Y 8º) Ahora  intentando endurecer la tributación de las indemnizaciones por despido.

 

 
Con ello, se ahonda aún más la presión sobre los costes salariales como vía de aumento de la competitividad y para que las personas en desempleo presionen a la baja las condiciones salariales para acceder a un empleo.

 

 
El conjunto de medidas que aúna la propuesta de reforma fiscal del gobierno no refuerza lo que necesitamos, un sistema fiscal más justo y eficaz. Por el contrario, la reforma apuesta por un sistema tributario donde ganan peso relativo los impuestos indirectos (que no tienen en cuenta el nivel de renta de las personas) frente a los directos (sobre la renta y el patrimonio) y donde no parece disminuir las diferencias entre las rentas del trabajo, el capital, el patrimonio y la herencia.

 

 
Finalmente, en opinión de CCOO, se avanza en la desigualdad, seña de identidad del modelo con el que se afronta esta crisis.
Sección Sindical de CCOO Nissan