EL CHANTAJE A LA CLASE TRABAJADORA SE EXTIENDE POR TODA EUROPA

No solo a los trabajadores/as de Nissan nos chantajean, en la Fiat en Italia estan viviendo la misma situación, como podemos ver y analizar hay similitudes entre el caso de Nissan y el de Fiat, quizás no con la misma magnitud y calado social y político pero sí en las líneas concretas del «o lo tomas o lo pierdes«.
Por poco, pero ganó el estómago al corazón y el cerebro. Se celebró un referéndum en las instalaciones de FIAT en Mirafiori (Turín): el 54% dijo “Sí” al nuevo contrato, el 45% dijo “No”, y eso que la campaña mediática a favor del “Sí” fue bien intensa. Votaron 5.139 personas -el 94,6%- y ganó el “Sí” por algo más de 400 votos, y aunque ganara, es difícil de creer que quienes votaron a favor del acuerdo, lo defiendan como tal.
El nuevo contrato de FIAT Mirafiori prevé, por un lado, un endurecimiento drástico de las condiciones de trabajo (18 turnos, sólo tres pausas de 10 minutos, pausa para comer sólo a final del turno, o sea, 8 horas en la cadena sin comer, 120 horas extraordinarias obligatorias), lo que explica que el “No” ganara en todas las líneas de montaje así como en las de chapado, y que el “Sí” ganara gracias a los votos de los empleados de oficina (en gran parte son jefes y forman parte de la estructura jerárquica). Por otro lado, este contrato establece un peligrosísimo precedente en las relaciones sindicales y ataca a principios fundamentales del derecho del trabajo y la Constitución.
En este caso, FIOM, sindicato del metal de la CGIL, mayoritario en FIAT, no podrá tener representación sindical. Más aún: el papel del sindicato será el de “encontrar soluciones coherentes con los objetivos compartidos” [con la empresa]. “Por consiguiente [las partes] “asumen la prevención del conflicto como un compromiso recíproco sobre el que se funda el sistema participativo”. Como si los sindicatos fueran los capataces de los propietarios.
La historia de Italia enseña que lo que ocurre en FIAT anticipa lo que ocurrirá en el resto de sectores del mundo laboral, de ahí que este referéndum se haya percibido como algo sumamente importante por sus consecuencias en el resto del país. Que se haya terminado el contrato colectivo y se convoque un referéndum -si salía el “No”, FIAT anunció que se iría de Italia, y Berlusconi se manifestó de acuerdo con la idea- para aprobar un contrato que modifica sustancialmente las condiciones de trabajo es algo gravísimo, pero ya había ocurrido en las instalaciones de FIAT en Pomigliano (el “No” obtuvo un 36%) en el referéndum que se celebró el pasado verano y se dijo que era un procedimiento extraordinario. Nada de extraordinario: lo que se teme es que este modelo de contratación basada en la atomización de los trabajadores -”o trabajas como digo yo, empresario, o al paro”- se convierta en sistema. Que el Estado italiano se convierta en una mera fábrica.
¿Quién gana en este referéndum? En conjunto ganaron los empleados “de cuello blanco” de las oficinas, pero también es cierto que los trabajadores de las líneas y de chapa ganaron en su terreno. Ganaron los sindicatos UIL y CISL que firmaron el contrato, pero pierden consenso, pues esperaban un 80% de votos afirmativos. Gana asimismo Marchionne, que, sin embargo, sale derrotado políticamente, a diferencia de la FIOM, que sale reforzada. Empeoran las condiciones de trabajo de los que han votado “Sí” ; en cambio, los que han votado “No”, sin perder el trabajo, han ganado en dignidad y coraje.
La clase trabajadora debemos hacer una reflexión profunda de hacia donde nos encaminamos,  cual es el futuro que queremos y quien queremos que nos represente en ese futuro. 

Sección Sindical de CCOO Nissan