En los últimos días hemos conocido el nuevo plan de negocio de la multinacional (Nissan GT 2012). Plan que sustituye al Nissan Valeu-up y sus predecesores Nissan 180 y Nissan Revival Plan.
No vamos a volver a detallar los objetivos de la empresa con la presentación de su nueva estrategia de negocio. Ya lo ha hecho la Dirección con sus hojas informativas. Pero sí queremos realizar una serie de consideraciones, por supuesto gratuitas, de lo que desde esta Sección Sindical, consideramos que ha motivado a la Dirección de la multinacional a presentar este plan, en las condiciones que lo ha hecho.
Desde que en 1999, se constituyera la alianza Renault-Nissan y desembarcara como Director General Carlos Goshn y su equipo de Renault en Nissan, la multinacional ha presentado tres planes de negocio muy agresivos, con el objetivo de reflotar una compañía que se encontraba en una situación económica crítica. El NRP, el Nissan 180 y el Nissan Valeu-up, han tenido unos objetivos muy ambiciosos, en los que la reducción de costes, la venta de patrimonio, la concentración productiva y el desarrollo de vehículos orientados a mercados emergentes, han posibilitado mejorar el margen operativo de la compañía y devolver los resultados a ejercicios con beneficios económicos, que permiten la ampliación de negocio en el sector del automóvil a nivel mundial.
Estos objetivos no han estado exentos de consecuencias negativas para los trabajadores/as en la compañía, ya que el cierre de distintas plantas en Japón y la presión a las condiciones laborales en el resto del mundo han sido el denominador común de la política de reducción de costes.
Pero en esta ocasión, la compañía presenta un nuevo plan donde no es tan agresiva en sus planteamientos. Se puede pensar que la situación de la empresa no requiere políticas tan ambiciosas, pero desde CCOO realizamos otra lectura.
Primero, no pensamos que la multinacional renuncie a presionar económicamente a su conglomerado de empresas en el mundo para seguir manteniendo un margen de beneficios, con resultados ofensivos para la conciencia de cualquier persona normal.
Segundo, estamos convencidos que las perspectivas de crisis económica a nivel mundial no pasan desapercibidas por los magnates capitalistas de Nissan. Bajo nuestro punto de vista, este es el motivo por el que Goshn, apuesta por un plan de negocio conservador, de cinco años de duración en lugar de los tres años de los planes anteriores, y donde los objetivos de mejores resultados en el margen operativo de la compañía, no son una prioridad.
Una mayor duración que permite trasladar en el tiempo la valoración de los resultados del plan, unas expectativas en renovación de tecnologías que son difícilmente medibles y la ausencia de objetivos económicos concretos, nos hacen llegar a la conclusión que apuntábamos anteriormente. Es un plan conservador, para dejar pasar la crisis económica.
La presión laboral en los últimos años para conseguir llevar a Nissan a beneficios ha sido una constante, ahora, la crisis que se instala, no puede provocar otra vez, mayor presión social. La multinacional debe ser responsable de sus actos y de sus iniciativas y no trasladar a los trabajadores/as continuamente las consecuencias negativas de sus políticas económicas. Aunque solo sea por su propio interés, además de trabajadores/as, somos consumidores y garantizamos sus resultados. Aunque solo sea por eso, ya no esperamos su conciencia social, que también debería tenerla.
Lo dicho, un nuevo plan de negocio, a ver que nos depara…….
Sección Sindical de CCOO Nissan
May 21 2008
UN NUEVO PLAN DE NEGOCIO
En los últimos días hemos conocido el nuevo plan de negocio de la multinacional (Nissan GT 2012). Plan que sustituye al Nissan Valeu-up y sus predecesores Nissan 180 y Nissan Revival Plan.
No vamos a volver a detallar los objetivos de la empresa con la presentación de su nueva estrategia de negocio. Ya lo ha hecho la Dirección con sus hojas informativas. Pero sí queremos realizar una serie de consideraciones, por supuesto gratuitas, de lo que desde esta Sección Sindical, consideramos que ha motivado a la Dirección de la multinacional a presentar este plan, en las condiciones que lo ha hecho.
Desde que en 1999, se constituyera la alianza Renault-Nissan y desembarcara como Director General Carlos Goshn y su equipo de Renault en Nissan, la multinacional ha presentado tres planes de negocio muy agresivos, con el objetivo de reflotar una compañía que se encontraba en una situación económica crítica. El NRP, el Nissan 180 y el Nissan Valeu-up, han tenido unos objetivos muy ambiciosos, en los que la reducción de costes, la venta de patrimonio, la concentración productiva y el desarrollo de vehículos orientados a mercados emergentes, han posibilitado mejorar el margen operativo de la compañía y devolver los resultados a ejercicios con beneficios económicos, que permiten la ampliación de negocio en el sector del automóvil a nivel mundial.
Estos objetivos no han estado exentos de consecuencias negativas para los trabajadores/as en la compañía, ya que el cierre de distintas plantas en Japón y la presión a las condiciones laborales en el resto del mundo han sido el denominador común de la política de reducción de costes.
Pero en esta ocasión, la compañía presenta un nuevo plan donde no es tan agresiva en sus planteamientos. Se puede pensar que la situación de la empresa no requiere políticas tan ambiciosas, pero desde CCOO realizamos otra lectura.
Primero, no pensamos que la multinacional renuncie a presionar económicamente a su conglomerado de empresas en el mundo para seguir manteniendo un margen de beneficios, con resultados ofensivos para la conciencia de cualquier persona normal.
Segundo, estamos convencidos que las perspectivas de crisis económica a nivel mundial no pasan desapercibidas por los magnates capitalistas de Nissan. Bajo nuestro punto de vista, este es el motivo por el que Goshn, apuesta por un plan de negocio conservador, de cinco años de duración en lugar de los tres años de los planes anteriores, y donde los objetivos de mejores resultados en el margen operativo de la compañía, no son una prioridad.
Una mayor duración que permite trasladar en el tiempo la valoración de los resultados del plan, unas expectativas en renovación de tecnologías que son difícilmente medibles y la ausencia de objetivos económicos concretos, nos hacen llegar a la conclusión que apuntábamos anteriormente. Es un plan conservador, para dejar pasar la crisis económica.
La presión laboral en los últimos años para conseguir llevar a Nissan a beneficios ha sido una constante, ahora, la crisis que se instala, no puede provocar otra vez, mayor presión social. La multinacional debe ser responsable de sus actos y de sus iniciativas y no trasladar a los trabajadores/as continuamente las consecuencias negativas de sus políticas económicas. Aunque solo sea por su propio interés, además de trabajadores/as, somos consumidores y garantizamos sus resultados. Aunque solo sea por eso, ya no esperamos su conciencia social, que también debería tenerla.
Lo dicho, un nuevo plan de negocio, a ver que nos depara…….
Sección Sindical de CCOO Nissan
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