Estos días hemos visto dos noticias en las que leíamos como la Dirección de Nissan lanzaba dos mensajes que seguramente querrán introducir en las próximas negociaciones con los sindicatos.
Una vez firmado el acuerdo para evitar el ERE, decía que una empresa como la nuestra necesita un nivel de temporalidad en la contratación para evitar situaciones como la vivida.
Por otro lado nos sorprendía la propuesta que realizaba para reducir el absentismo laboral, instando a la administración a penalizar a los absentistas a través de las prestaciones del desempleo.
Ambos discursos no son patente de la Dirección de Nissan. Este es el mensaje que continuamente la patronal del auto, ANFAC, está lanzando públicamente.
CCOO pensamos que ambos mensajes son contradictorios con las políticas productivas que están desarrollando las multinacionales del auto y sus perspectivas de cara al futuro.
En cuanto a la temporalidad, la contradicción está en apostar por una política competitiva de las plantas de producción en España a través de un producto con mayor valor añadido y la consecuente cualificación de los trabajadores/as y a la vez tener una alta rotación en el empleo. La primera parte es la receta que todos los agentes sociales, y gobierno hemos diagnosticado para la industria del auto en nuestro país, para competir con los bajos costes de los países de economía emergente. La cualificación de los trabajadores/as requiere de un alto nivel de inversión en formación continua, por lo tanto una estabilidad en el empleo para poder desarrollarla. Resulta sorprendente que en paralelo se reivindiquen niveles más altos de temporalidad. ¿Inversión en formación para echarla a la calle?
En cuanto al absentismo, las políticas de reducción de costes en los procesos productivos, provocan carencias en las medidas preventivas para la salud de los trabajadrores/as y sobre todo, un nivel muy alto de externalización de tareas. Políticas que condenan a los empleados/as de las multinacionales a trabajos en cadena sin rotaciones en puestos fuera de la misma. Esta repetitividad en el trabajo, está empeorando las condiciones laborales y aumentando las enfermedades asociadas con el trabajo. Acompañado de una falta de medicina laboral preventiva, está aumentando los niveles de absentismo en el sector.
ANFAC, loby de presión, más que patronal del auto, puede acabar con el futuro de la industria del automóvil en España, si no es consecuente con la necesidad de mejorar los índices de productividad, para consolidar la competitividad de las empresas en nuestro país. Para ello debe dejar de teorizar una cosa por un lado y practicar lo contrario por otro.
Las empresas necesitan un alto nivel de cualificación de sus trabajadores/as para atraer productos de valor añadido. Esto provocará un equilibrio entre los costes de producción y los beneficios de las empresas, facilitando políticas productivas que posibiliten la rotación de los trabajadores/as, sin necesidad de apostar por la externalización. Por último, una apuesta por modificar la ley en cuanto a la consideración de enfermedades profesionales, incluyendo las dolencias músculo-esqueléticas y fuertes medidas de prevención y medicina laboral, hará que la industria del auto en nuestro país, goce de una muy buena salud para abordar el futuro en un mundo globalizado como el actual.
Estas reflexiones, probablemente aparezcan con propuestas concretas en las próximas negociaciones y no pueden ser abordadas con actitudes rancias y caducas como lo plantean los directivos de las empresas a través de sus lobys de presión, sino como decimos aquí, tal y como lo establecen los estudios realizados por los observatorios industriales en los que patronal, sindicatos y gobierno, estamos concluyendo para mejorar la competitividad de nuestras empresas.
Sección Sindical de CCOO Nissan
Mar 1 2008
LAS CONTRADICCIONES DE ANFAC
Una vez firmado el acuerdo para evitar el ERE, decía que una empresa como la nuestra necesita un nivel de temporalidad en la contratación para evitar situaciones como la vivida.
Por otro lado nos sorprendía la propuesta que realizaba para reducir el absentismo laboral, instando a la administración a penalizar a los absentistas a través de las prestaciones del desempleo.
Ambos discursos no son patente de la Dirección de Nissan. Este es el mensaje que continuamente la patronal del auto, ANFAC, está lanzando públicamente.
CCOO pensamos que ambos mensajes son contradictorios con las políticas productivas que están desarrollando las multinacionales del auto y sus perspectivas de cara al futuro.
En cuanto a la temporalidad, la contradicción está en apostar por una política competitiva de las plantas de producción en España a través de un producto con mayor valor añadido y la consecuente cualificación de los trabajadores/as y a la vez tener una alta rotación en el empleo. La primera parte es la receta que todos los agentes sociales, y gobierno hemos diagnosticado para la industria del auto en nuestro país, para competir con los bajos costes de los países de economía emergente. La cualificación de los trabajadores/as requiere de un alto nivel de inversión en formación continua, por lo tanto una estabilidad en el empleo para poder desarrollarla. Resulta sorprendente que en paralelo se reivindiquen niveles más altos de temporalidad. ¿Inversión en formación para echarla a la calle?
En cuanto al absentismo, las políticas de reducción de costes en los procesos productivos, provocan carencias en las medidas preventivas para la salud de los trabajadrores/as y sobre todo, un nivel muy alto de externalización de tareas. Políticas que condenan a los empleados/as de las multinacionales a trabajos en cadena sin rotaciones en puestos fuera de la misma. Esta repetitividad en el trabajo, está empeorando las condiciones laborales y aumentando las enfermedades asociadas con el trabajo. Acompañado de una falta de medicina laboral preventiva, está aumentando los niveles de absentismo en el sector.
ANFAC, loby de presión, más que patronal del auto, puede acabar con el futuro de la industria del automóvil en España, si no es consecuente con la necesidad de mejorar los índices de productividad, para consolidar la competitividad de las empresas en nuestro país. Para ello debe dejar de teorizar una cosa por un lado y practicar lo contrario por otro.
Las empresas necesitan un alto nivel de cualificación de sus trabajadores/as para atraer productos de valor añadido. Esto provocará un equilibrio entre los costes de producción y los beneficios de las empresas, facilitando políticas productivas que posibiliten la rotación de los trabajadores/as, sin necesidad de apostar por la externalización. Por último, una apuesta por modificar la ley en cuanto a la consideración de enfermedades profesionales, incluyendo las dolencias músculo-esqueléticas y fuertes medidas de prevención y medicina laboral, hará que la industria del auto en nuestro país, goce de una muy buena salud para abordar el futuro en un mundo globalizado como el actual.
Estas reflexiones, probablemente aparezcan con propuestas concretas en las próximas negociaciones y no pueden ser abordadas con actitudes rancias y caducas como lo plantean los directivos de las empresas a través de sus lobys de presión, sino como decimos aquí, tal y como lo establecen los estudios realizados por los observatorios industriales en los que patronal, sindicatos y gobierno, estamos concluyendo para mejorar la competitividad de nuestras empresas.
Sección Sindical de CCOO Nissan
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