DANIEL HA APRENDIDO

Hola otra vez. He estado muy callado durante este tiempo. La verdad es que soy un poco cagón y dar mi opinión en algo tan chungo, meter la gamba y que me deis hasta en el cielo de la boca, mejor me callo. Pero ahora, que todo ha acabado, y seguro que estais todos menos tensos, me envalentono y me atrevo a decir lo que he vivido.

Después de vivir las movilizaciones, que para mí era nuevo y estar como una moto, se abrió una semana para que negociaran y coño, todas aquellas movidas se nos pararon de golpe. Eso también ha sido nuevo para mí, de estar en la cresta de la ola, a bajar a la orilla de un plumazo. Yo dije, y esto? Los cocos me deciais que es normal, que si se negocia no se pueden dar palos, que se acaban las negociaciones. Preguntaba a los veteranos y me decían lo mismo y yo me preguntaba, si en la negociación la empresa nos da por c…, ¿seremos capaces de volver a subirnos a la ola? Pero bueno, a seguir aprendiendo, si decis que tiene que ser así…

Después en medio de la negociación, aparece la empresa con una propuesta que te cagas, nos volvemos a calentar y al final cae un acuerdo. Que por cierto, digan lo que digan algunos, a mí me parece un acuerdo que no está mal, pero claro, a lo mejor es porque soy un poco cagón, como decía antes.

Pero los cegeteros me dicen que nos habeis bajado los pantalones y que además lo habeis pasteleado los cocos. Pues mira, si cada vez que me bajeis los pantalones, lo haceis así, yo ya me voy quitando el cinturón para la próxima vez. Y si pasteleais normalmente como esta vez, mañana os regalo el gorro de pastelero, (soy un poco pelota porque sino seguro que no me publicais la entrada).

Pero bueno, ahora decis que nos queda arreglar lo del comedor, pues nada a ponernos en faena, que ahora yo y muchos como yo, hemos aprendido que la peña no solo estamos a la voz de nuestro amo, que la nuestra también se escucha.

Un saludo

Daniel